Michael Hadler es un estudiante de secundaria ocupado, embajador y voluntario del Programa Best Buddies y atleta de Miracle League cuyas materias favoritas incluyen redacción literaria e historia universal. Ah, y Michael también tiene parálisis cerebral espástica.
A medida que el año escolar 2014-15 avanza, la vida de Michael vuelve a repuntar. Pero tan solo un año antes, el adolescente de Pembroke Pines enfrentaba dificultades.
“Los médicos nos dijeron que tenía la cadera de un hombre de 80 años”, recuerda su madre, Lucrecia. La rigidez muscular tan común con la parálisis cerebral espástica había dañado el acetábulo de la cadera, lo que le producía tanto dolor que Michael ya no disfrutaba de ir a la escuela y de practicar sus actividades de la liga de deportes en silla de ruedas.
Los médicos del adolescente le recetaron analgésicos, pero estos hacían que Michael se sintiera atontado y decaído. Entonces la familia fue referida a la Clínica de Espasticidad y Trastornos del Movimiento de Nicklaus Children’s Hospital, anteriormente Miami Children’s Hospital (Hospital Infantil de Miami), donde hay todo un equipo de especialistas disponible para consultas a cargo de la atención de niños con parálisis cerebral y otros trastornos de movimiento.
Allí, a la familia se le informó acerca de un procedimiento que podría ayudar a Michael. La Dra. Toba Niazi, neurocirujana, les dijo que una rizotomía dorsal podría aliviar el dolor que sufría Michael al disminuir la espasticidad. Si bien otros médicos le habían dicho a la familia que Michael no era candidato para este procedimiento, la Dra. Niazi estaba convencida de que la cirugía marcaría una diferencia. Y así fue.
Después de la cirugía realizada en junio de 2014, Michael volvió a la escuela y a su vida normal, y disfruta de las clases y de las actividades escolares y deportivas que son tan importantes para él.
“Volvimos a ver al Michael real”, afirma Lucrecia. “Estamos muy agradecidos con la Dra. Niazi y el equipo de Nicklaus Children's por devolvernos a nuestro hijo”.